Ayer comentaba que la fantasía puede ser instrumental o expansiva.

No es una clasificación habitual de la psicología, más bien es un enfoque personal a partir de mi experiencia.

El gran instrumento para fantasear siempre han sido las drogas, en las que se incluye el alcohol. Cualquier cosa que te lleve a un estado alterado de conciencia es una droga.

Bien, pues hay el yonqui, el drogadicto típico. Cuanto peor está su vida, más consume y más duro es lo que toma, porque más distancia tiene que recorrer mediante ello para olvidar su realidad y obtener algo de placer.

En la visión expandida, está el chamán o el artista. El chamán, como Don Juan Matus, usa ciertas sustancias (peyote y hierba del diablo) para mover el punto de encaje de Castaneda y así ayudarle a percibir otras realidades. Lo cual expande su enfoque del mundo que le rodea.

Como anécdota personal, un chamán me enseñó a interactuar con el punto de encaje. Tras un proceso bastante largo y complicado (había que localizar el punto de encaje y luego densificar la visión para interactuar), lo pude mover sutilmente y prácticamente solo un milímetro, sin soltarlo, y lo que sucedió fue una locura absoluta. La experiencia fue algo tan brusco que me dejó secuelas durante unos días.

El otro ejemplo de fantasía orientada a la expansión, son los artistas como Philip K. Dick, que consumía anfetaminas y LSD para expandir su realidad y así crear obras de ciencia ficción en cuestión de días.

Como en todo, el problema no es el instrumento, sino el uso que se le da.

Hay personas que fumarán porros hasta destrozarse la corteza prefrontal, desarrollando brotes psicóticos y quedándose con daños cerebrales.

Y otras, en Silicon Valley, que usarán microdosis de LSD y de psilocibina para expandir su mente y cambiar el mundo con sus desarrollos tecnológicos.

Por mi experiencia, no hace falta tomar sustancias para generar estas expansiones. Además, si las tomas, posiblemente lo harás cuando te sientes bloqueada, y eso es un error.

Las expansiones no se hacen en las fases de bloqueo, sino en las fases de desarrollo, ya que es en las fases de bloqueo cuando se puede generar adicción por la sensación de bienestar y libertad que se experimenta.

El cerebro tiene la capacidad de provocar estos estados alterados produciendo DMT (dimetiltriptamina), además de combinaciones de endorfinas, dopamina, serotonina, adrenalina… Y no solo eso, sabe perfectamente cómo y cuándo hacerlas para conseguir el efecto deseado.

Y es así, porque nuestra mente tiene que expandirse sistemáticamente para acceder a percepciones cada vez más complejas del mundo. Por ejemplo, el mundo que percibías con 5 años es disfuncional para ti ahora y el de hace 10 años también. Por ello, se van generando expansiones que alteran tu percepción, a modo de actualización, y van adaptando tu visión a niveles de profundidad que te permiten descubrir caminos que anteriormente estaban ocultos.

Este sábado te lo cuento en profundidad.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Si mantienes un enfoque cerrado, excesivamente rígido y racional del mundo, estarás limitando las expansiones que tu mente puede hacer.

Y eso, es una trampa ya que te llevará a una realidad que te aplastará por culpa de tu propia lógica.”

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablo sobre los estados alterados que tu propia mente provoca para salvarte de la realidad que te estás inventando.

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