Reflexión de hoy:

Esto de no reconocer si algo es verdad o mentira tiene jodida a la mayoría de la gente de este planeta.

¿Le creo o no le creo?

¿Me está diciendo la verdad o me está engañando?

¿Es real o está fingiendo?

Cuando te haces estas preguntas, pierdes.

El motivo es que al preguntarte, demuestras que tienes miedo, sientes inseguridad, eres vulnerable.

El control lo tiene el otro.

Te posicionas en la persona que quiere tener el control, no en quien lo tiene.

La pregunta que te haces, es ruido.

La pregunta que te haces, es miedo.

La pregunta que te haces, es la trampa.

Cuando empieza el diálogo interno, termina la observación.

Termina la presencia.

Termina el poder.

La duda, automáticamente, te convierte en la persona que falla aunque aciertes.

No importa si es verdad o si es mentira, lo que importa es que tú ya has elegido la posición que ocupas en esa situación.

🔥 Si fueras mi cliente te diría 🔥

"Si dudas, fallas.

Observa hasta que tengas la información para decidir.

Pero no dudes.”

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Esta semana en la Membresía te presentaré un concepto que te volará la cabeza y que cambiará la manera en la que ves el mundo.

Descubrirás el engaño que mueve a millones de personas todos los días y a partir de ahora tú podrás decidir

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