Solo.

Solo tienen que hacerte sentir miedo para que pierdas todo control, empieces a someterte y a hacer cosas que en realidad no quieres hacer.

Solo tiene que hacerte enfadar para que pierdas los estribos y anules toda tu capacidad racional de tomar decisiones.

Solo hace falta que te hagan sentir inseguro para que empieces a intentar demostrar que eres mejor de lo que eres.

Solo hace falta un estímulo externo directo a tu centro de gravedad para que te tambalees.

Y ese centro de gravedad son tus emociones.

Por ello, si quieres tener el control sobre tu vida y tener el poder de marcar un destino que realmente te haga vibrar, lo primero que hay que hacer es quitarle el poder a los demás de controlarte a partir de lo que sientes.

Hay gente que me escribe contándome lo vulnerable que es en una situación determinada.

Y yo siempre les digo lo mismo. Eres vulnerable y esa situación solo lo refleja.

Evidentemente todos somos vulnerables, pero puedes ocuparte de poner unos límites a tu vulnerabilidad para hacerte respetar, para tener el poder de decidir, para no tener que bajarte los pantalones y doblegarte.

Este sábado te cuento como eliminar el poder de la ira, para que deje de reflejar lo vulnerable que eres cuando te enfadas.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Deja de darle todo el poder de tu vida a las emociones.

Hay grandes decisiones esperando a que seas valiente para que puedas tomarlas.”

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablo de la ira, de los enfados y de como estas emociones te hacen vulnerable.

Y sobre todo, como dejar de serlo o como utilizarlo a tu favor.

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