Todos queremos un nosotros.

Cuando tú ocupas de verdad el lugar que te corresponde en tu vida, descubres que todo lo que no ha pasado es porque tú no lo has construido.

Y es entonces cuando te pones manos a la obra.

Creando ese entorno, ese grupo, esa relación, esa familia, ese proyecto… que llevas tanto tiempo buscando.

Lo más difícil de construir una vida es asumir la responsabilidad que eso implica sobre la vida de los demás.

Todo lo que creas influye sobre las personas que participan en ello. Y si no les cuidas, serás una persona que restará más de lo que sumará en sus vidas.

Es por ello que ser la mejor versión de ti mismo no es una elección, es un requisito.

Y cuando te ocupas de ello, cuando te esfuerzas, cuando te cuidas y les cuidas, cuando haces las cosas lo mejor que sabes y puedes, es en ese momento en el que una chispa de iluminación surge en tu cabeza y te das cuenta de que:

No quieres compartir tu vida con cualquier persona.

No todo es para todos, y tampoco tú.

Y es justo en ese momento en el que es más importante que nunca aprender a construir ese Nosotros, con cariño, con cuidado y con las personas correctas.

Mañana, en el Programa de Inteligencia Evolutiva, te cuento cómo puedes hacerlo.

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