El otro día una persona publicó en Instagram un vídeo en el que una grúa tiraba toneladas de ropa en un vertedero en Valencia.

Se decía que era ropa donada que estaba siendo echada a la basura. Otras personas decían que era ropa desechada de las casas. Y finalmente salió el alcalde de ese pueblo, que para variar no ayudó en nada, diciendo que era ropa de la cual desconocía el estado en el que se encontraba y que prefería tirarla para no poner en riesgo a la gente. Pero no aclaraba si era ropa donada o ropa en mal estado proveniente de la gente afectada.

Pero poco importa, hay muchos vídeos en los que se ven montañas de ropa donada en medio de la calle sin que haya una organización que de verdad distribuya la ropa entre las personas que la necesitan.

La persona que compartía ese vídeo en redes decía:

Todo es perfecto.

Y algo así como que hay que aceptar las luces y las sombras del mundo.

Le respondí que ese era un pensamiento peligroso que NADA tiene que ver con un desarrollo espiritual.

La espiritualidad, la original, a la que llaman filosofía perenne, porque sus mensajes permanecen a lo largo de los milenios independientemente de las religiones que tengan el poder en ese momento, lleva a las personas a desapegarse de la materia, para posteriormente desapegarse de su cuerpo y en esa desidentificación conectar con el espíritu inmortal subyacente. Pero no para quedarse ahí como un idiota, sino para volver al mundo transformado y compartir esa sabiduría. Un poco lo que promueve el budismo mahayana.

Es por ello que en la Tabla Esmeralda pone:

“Asciende de la tierra al cielo y desciende de nuevo a la tierra para recibir la fuerza de las cosas superiores e inferiores.”

Ascender hacia lo espiritual conlleva descender hacia lo terrenal, con una sabiduría adquirida que aplicar.

Pero las sectas, las religiones y los movimientos new age (diseñados por la CIA para que no les vuelvan a joder con algo como el movimiento hippie), no te llevan a un trabajo espiritual basado en la interiorización, ascendiendo en tus mundos internos, comprendiendo, integrando… para finalmente abrir los ojos de nuevo y aplicar esa sabiduría en el mundo.

Solamente te llevan a una prepotencia sostenida por un guión (frases hechas) que te hace sentir que estás por encima de los demás, al argumentar de forma desapegada, como si hubieras ascendido, que tú ya experimentas la vida sin pasión y en consecuencia, sin responder a ella en la forma en la que lo hacen los demás. El fin de este diseño (se origina en Un Curso de Milagros) es una espiritualidad laica, empobrecida, sin proceso en el que puedas avanzar, más que en la realización de cursos, la incorporación de una estética zen en tu vida y la compra de libros de autoayuda. Por supuesto, mediante movimientos comerciales guiados por gurús millonarios, que te hacen sentir que todo el problema está en ti y que cambiando tu comportamiento puedes transformar el mundo que te rodea.

Esto lleva a que las personas se vuelvan extremadamente prepotentes, egoístas, destruyan sus relaciones y finjan estar bien mientras son profundamente débiles y están llenos de ansiedad.

Para verlo, solo tienes que fijarte en cómo se comportan las personas que salen de los cursos motivacionales o de autodescubrimiento de varios días, con gurús o retiros. Insoportables. Hasta que poco a poco se les va pasando y vuelven a una normalidad que no pueden soportar y necesitan otra nueva dosis de espiritualidad concentrada.

Esta nueva espiritualidad está diseñada para tener un ocio espiritual o terapéutico, que derive en un consumo inmenso, que haga que la gente sienta que se está trabajando, que está avanzando, pero que en realidad solamente se esté autoengañando para poder seguir aguantando una vida en la que son esclavos, están jodidos, están siendo dominados y no oponen ninguna resistencia porque…

Todo es perfecto.

PD: El Programa de Inteligencia Evolutiva vuelve a estar cerrado durante 2 meses. En el próximo bloque, nos adentraremos en los “sistemas de incentivos”, profundizando en la base de la motivación y descubriendo que con los premios inmediatos estamos anulando la ilusión de las personas que creemos motivar.

Esta vez no hay lista de espera. Próximamente os informaré.

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