Motos Vs Broncano

Si me conocéis un poco, sabéis que me apasiona el pensamiento sistémico, la teoría de juegos, los sistemas de incentivos… Frikadas de psicólogo.

Pues bien, este lunes vimos en televisión una dinámica propia de la teoría de juegos, en el enfrentamiento entre El Hormiguero de Pablo Motos y La Revuelta de David Broncano.

Desde que Broncano inició La Resistencia, hace años, siempre ha jugado a compararse (aparentemente desde la admiración) con El Hormiguero. Pero ese juego sutil hacía que, de algún modo, ambos programas se comparasen: uno por ser muy grande y tener muchos recursos, y el otro por ser todo lo contrario. Con el tiempo, hemos visto cómo La Resistencia ha ido creciendo, hasta que finalmente TVE compró el programa para competir formalmente con El Hormiguero, ahora en la forma de La Revuelta.

Incluso hubo un día en el que La Revuelta llegó a superar a El Hormiguero por 8 décimas en audiencia, y desde entonces ambos han estado haciendo malabares para seguir atrayendo más público y mantenerse en esta competición.

Este lunes, se dio un nuevo “combate” entre ambos programas: La Revuelta invitó a Norman Reedus, uno de los protagonistas de The Walking Dead, mientras que El Hormiguero contraatacó con Johnny Depp. Evidentemente, ganó El Hormiguero.

Pero, ¿realmente jugó bien Broncano?

Cuando analizamos un juego desde la perspectiva de la teoría de juegos, debemos revisar el comportamiento, las intenciones, los premios, los castigos…

En este caso, para saber qué tal lo hizo Broncano, habría que conocer sus objetivos. En cuanto a audiencia, no ganó. Y si su premio hubiese sido ganar en audiencia, podría haberse reservado a Reedus y traer a alguien más mediático para un público distinto al que ve El Hormiguero, por ejemplo, un influencer o streamer español con varios millones de seguidores.

De esta manera, dejaría ganar a El Hormiguero en un día en que era imposible vencer, aceptando que esa audiencia se quedara viendo a Johnny Depp, mientras él se abría a una audiencia diferente que le permitiría mantener sus cifras, ganar seguidores, y aprovechar a Reedus otro día, cuando El Hormiguero no tuviera un invitado tan potente. Entonces, quizás, podría haber ganado a El Hormiguero.

Pero Broncano no quería ganar.

Lo que Broncano realmente quería era:

Posicionarse oficialmente como el rival mediático de El Hormiguero y que, a partir de ahora, todos estén pendientes de lo que hacen ambos programas. La verdadera estrategia de La Revuelta es apalancarse en El Hormiguero y en su competitividad para que la gente empiece a preguntarse:

“¿Tú de qué eres más, de El Hormiguero o de La Revuelta?”

Por eso es tan importante definir bien tus intenciones. No es lo mismo querer ganar que querer competir, y si realmente deseas ganar, lo que debes hacer es sacrificar los premios inmediatos por un éxito futuro.

PD: El Programa de Inteligencia Evolutiva está cerrado hasta que abramos
el siguiente bloque que es el de:

Estrategia Social: Teoría de juegos.

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