Se llama Fénix.

No sé si habéis visto el pollo que he montado en redes para salvar a una gata.

Se llama Fénix.

Es una gata que de vez en cuando aparecía, pero por la zona en la que yo estoy. A veces se acercaba a comer a los puntos donde pongo comida, ya que yo cuido a la comunidad de gatos del pueblo. Pero no era de la comunidad de gatos que cuido, siempre se mantenía al margen.

Pero este verano apareció varias veces escondida entre los coches, intentando comer pero muy sucia, parecía que tenía heridas en el morro, en la nariz y un poco de infección por la zona. Intenté acercarme a ella, pero tenía mucho miedo.

La verdad es que estaba bastante enferma, muy delgada ya en las últimas.

Me fui ganando su confianza pero no había manera de poder acercarme para cogerla y llevarla al veterinario.

Un día estaba comiendo en un cazo que le puse, y quedó inconsciente de lo débil que estaba.

Ahí la pude coger, la metí en un transportín, y para el veterinario de urgencias (era de noche), pero por suerte hay una clínica Anicura del Algarve abierta 24 horas.

Esa noche le puse el nombre: Fénix. Porque si remontaba de esa iba a ser un auténtico milagro.

Cuando la vieron no se lo podían creer, les dije que si no la podían salvar que no quería que sufriera, no le iba a alargar la vida. Pero que si veían opciones avanzasen.

La intubaron, le pusieron antibióticos, analgésicos y la cuidaron muy bien. Detectaron el virus que tenía que le causaba esa infección en la cara y muy rápido empezó a ponerse cada vez más bonita, a poder comer mejor, abrir los ojos…

Fueron dos semanas de ingreso en esa clínica, luego llegué a un acuerdo con la protectora de la zona y ellos la internaron varias semanas más continuando con el tratamiento.

Se recuperó bastante bien, seguía con anemia y descubrieron problemas en sus riñones, pero estaba mejor. La llevé al pueblo y la solté en la zona donde ella siempre estaba, un parquecito bonito, y le ponía comida cada día.

Parecía que estaba mejor pero no remontaba del todo, decidí poner en la comida un tratamiento a base de hierbas que me ha funcionado muy bien con otros gatos (se llama NHV Felimm lo podéis encontrar en internet, es caro pero funciona muy bien, el problema es que no distribuyen a España porque utilizan hierbas que en partes de Europa están prohibidas a saber por qué, en Portugal sí que llega), con las hierbas empezó a mejorar.

Nos fuimos de viaje a Dubái, después yo a Barcelona, y tanto Alba como su hermana Verónica que la habían estado cuidando estas semanas estaban muy sorprendidas de la mejoría tan increíble que había hecho. Corría, jugaba, se revolcaba, se rozaba con ellas pidiendo mimos, y comía muy muy bien.

Hasta que una noche Alba la vio que andaba raro, no había luz y no se dejó ver ni coger. Alba pensó que se podía haber hecho daño o incluso roto una pata. Pero no hubo manera de acercarse a ella.

Al día siguiente volví de Barcelona, y juntos la encontramos y ya se rindió, salió del escondite y se acercó ella misma. Estaba destrozada. Tenía la piel de la espalda colgando por todos lados. La cogimos y tenía la espalda en carne viva, se le veían los músculos directamente. Sinceramente no logro quitarme esa imagen de la cabeza.

Si habéis entrado al canal de Whatsapp he compartido algunas imágenes para recibir ayuda y ahí podéis ver la magnitud. La piel abierta de las fotos no es una cirugía, es el aspecto real al momento de entrar al veterinario, el mismo de la otra vez, la conocían y no se lo podían creer, la fotografiaron porque no habían visto nada igual.

No sabemos qué le sucedió, pero parece que huyendo de algún perro quizás pasó a toda velocidad por debajo de alguna verja y con algún pincho que sobresaldría se le fue abriendo toda la espalda hasta el principio de la cola. Terrible y más viniendo del estado que venía.

Total, la cosieron, le pusieron los drenajes y empezaron con antibióticos y analgésicos.

Al día siguiente fui a verla, y estaba súper mimosa, con mucha hambre y con los ojos llenos de ganas de vivir. Los veterinarios me dijeron que no me hiciera muchas ilusiones porque esa herida era demasiado y sus riñones podían no aguantar la herida o incluso el tratamiento.

Poco a poco se ha ido recuperando, pero el problema es que la piel, por muy cosida que esté, está separada del músculo y no le llega la sangre, por lo que está empezando a infectarse y a necrosarse.

Los veterinarios de Anicura del Algarve estaban haciendo lo que podían pero nunca habían trabajado con un caso así y ahí es cuando pedí ayuda en redes, recibí decenas de mensajes, muchos de veterinarios y veterinarias de todo el mundo, al generar tanto ruido en el hospital donde está ingresada empezaron a sentir un poco de presión y empezaron a hablar con otros hospitales del mismo grupo buscando consejo y mejoraron ciertas estrategias, y tras ponerme en contacto con una clínica de Anicura de Sevilla (Guadiamar), estuve hablando con el cirujano y le realizarán una nueva operación para quitarle la piel muerta y le aplicarán algunos tratamientos que pueden ayudarla un poco más.

De verdad estoy súper agradecido por todos los mensajes, por los consejos y por todos esos profesionales que están ayudando y que ayudarán a partir de ahora a Fénix.

No está siendo nada fácil, sobre todo porque esta gata se hace querer muchísimo, es muy mimosa, tiene muchas ganas de vivir, le pone una actitud increíble y tras todo lo que ha vivido se merecía un poco de paz y no todo este sufrimiento. Por mi parte haré todo lo que esté en mi mano para ayudarla e iré compartiendo los avances, para bien y para mal, desde el canal de Whatsapp para que podáis acompañarnos en este proceso.

Muchas gracias a todas y a todos.

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