Quieren poseeerte.

Vemos la vida como un escaparate donde se exponen un montón de humanos, y aquellos que sobresalen por algo, son los que nos gustan.

Igual que en un buffet libre nos gustan aquellos platos que tienen buena pinta, que se ven sabrosos, que se ven refinados, que se ven nutritivos, que se ven mejor que el resto…

Elegimos aquello que nos queremos comer, que queremos sumar a nuestra vida, a nuestra identidad, poseerle para integrarle en quién somos y así ser elegidos por otros mejores.

Porque queremos más, lo queremos TODO. Todo lo que podemos alcanzar dentro de nuestra propia mediocridad.

Así, la seducción se convierte en un acto de compensación y de apoderamiento, que refleja nuestra vulnerabilidad.

Solemos creer que amamos, cuando en realidad solo deseamos poseer, controlar, recibir, conquistar, integrar, ser elegidos.

Y cuando te quieres dar cuenta, de nuevo estás corriendo en la rueda.

Lo único que te salva es esa conciencia que te hace descubrirte aceptando mierdas a cambio de la ilusión de algo que nunca sucederá porque solo es la pretensión de ser alguien que no eres, sin hacer el proceso de convertirte en esa persona.

🔥 Si fueras mi cliente te diría 🔥

Si te detienes por un momento. Si logras “parar” y tomar conciencia, te darás cuenta de que te estás muriendo de miedo.

Todo el daño que os hacéis es debido a ese miedo.

Porque el miedo os impide amar.

👇🏻 ATENCIÓN 👇🏻

Este sábado en la Membresía te hablo sobre gestionar la falta de compromiso.

Descubrirás todo lo que se esconde detrás de lo que sientes cuando esa persona no quiere darte el Sí.

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