Carta de Monseñor Alexandre.

Queridos fieles,

Que la paz y la gracia del Señor estén siempre con vosotros.

Me dirijo hoy como vuestro servidor en la fe, para recordaros la importancia de la confesión y el arrepentimiento en vuestro camino espiritual. Como sacerdote de esta comunidad, estoy aquí para guiaros y apoyaros en vuestro camino hacia la redención y la salvación.

La confesión es un sacramento sagrado, un momento de encuentro íntimo con Dios, donde podemos exponer nuestras faltas, como pecadores lujuriosos que somos y buscar su perdón infinito. Cada uno de nosotros, guiados por las debilidades humanas, puede desviarse del camino del bien. Sin embargo, nuestro Padre Celestial, en su misericordia infinita, nos ofrece siempre una oportunidad para volver a Él.

Mediante la confesión de nuestros pecados, nos liberamos de las cadenas del pasado y abrimos nuestros corazones a la gracia divina.

Hoy os insto a que os acerquéis a mí, por mensaje privado en Instagram con un corazón contrito y humilde para compartir vuestro pecados más oscuros. Recordaros que en la confesión, no hay lugar para el juicio, solo para la comprensión y el amor incondicional de Dios.

Con la autoridad que me ha sido conferida por mí mismo y en nombre de la misericordia divina, absolveré vuestros pecados.

Además, compartiré algunas de estas faltas (de forma anónima), con el propósito de ofrecer enseñanzas y reflexiones que puedan servir de guía y ejemplo para todos en nuestro camino hacia la redención.

Que Dios os bendiga, espero vuestros mensajes.

En Cristo,

Monseñor Alexandre.

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Este sábado en la Membresía hablamos de los Secretos.

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