Menudo día...

 

Menudo día el de ayer…

Si me sigues en Instagram, ya viste en las historias la peripecia que me supuso llegar de Barcelona a Portugal.

Lo primero es que creo que nunca había ido con tanto tiempo a coger un AVE, y aún así fui el último en montarme en el tren. 

Lo que sucedió es que cogí un Cabify para llegar a la estación de Sants, y el conductor cogió por Provença, calle de un solo carril, y delante tenía un camión del basura que iba parando en cada contenedor para vaciarlo (pensaba que esto lo hacían por las noches). Y así llego a la estación a 5 minutos de que el tren salga.

Cruzo las puertas, esas en las que tienes que poner la maleta, la mochila, la chaqueta… a toda velocidad. Veo en el letrero “Sevilla: vía 2” (eso es lo que vi). Voy para la entrada de la vía 1 y 2, paso por la 2, la chica me revisa el billete y me dice que baje rápido que el tren está a punto de salir. Mientras bajo dice por el walkie que baja el último pasajero con mochila blanca.

Doy por sentado que si en la entrada de la vía 2, la azafata la de la vía 2, avisa a algún tren, es al de la vía dos. Así que me monto en el tren de la vía 2. Voy al vagón 1, asiento 1, el primero de todos, coloco mis cosas y me siento. Se sienta una mujer a mi lado. El tren arranca.

Y es entonces cuando veo en la pantalla que el tren va para Madrid, Atocha. Yo iba para Sevilla, Santa Justa. Le pregunto al revisor y se empieza a reír, me dice que voy para Madrid, que tendré que ir allí y hablarlo con la compañía o coger otro billete. Me dice que él, por su parte, me perdona la multa porque no hay que ensañarse con la gente cuando las cosas se le tuercen. Se lo agradezco, aún así le digo que podría haber sido peor, ese tren podría haber ido a Donosti o a Marsella.

Así, es como un buen día vas para Sevilla y de repente te encuentras en Madrid.

Como polizón, en un tren lleno, al final llega alguien y me levanta de mi asiento. Empiezo a buscar asientos libres pero está todo lleno. Tras recorrerme todo el tren, veo un asiento libre al lado de una chica, le pregunto y me dice que está libre. Le cuento mi peripecia, ella es una chica iraquí súper maja, con vergüenza me dice:

—Yo también voy para Sevilla. También me he montado en el tren equivocado.

Ambos creemos que el cartel estaba mal o que la azafata no hizo bien su trabajo, seguimos juntos el trayecto. Al cabo de un rato nos damos cuenta de que también vamos sentados juntos en el mismo tren camino a Sevilla. Ambos habíamos cogido los dos últimos asientos de ese tren, evidentemente unos que una pareja había cancelado. Con todo, me puedo dar con un canto en los dientes de tener tanta suerte.

Así llegué a Sevilla, con dos horas más de viaje y con una amiga iraquí que seguro que me dará muy buenos consejos cuando visite Oriente Medio, a pesar de que ella vive en Cádiz.

Luego, saqué el coche del parking de la estación de Santa Justa. Yo llevaba 3 días de retraso, había intentado ampliar la reserva que ya tenía, pero la web no funcionaba. Al salir, me marcaba a pagar 325€. Independientemente de los 80€ que había pagado con promoción por los días que el coche llevaba ahí.

Suerte que tengo un ángel de la guarda que se llama Soledad, que no paró hasta que el viernes, dos días antes, consiguió sacarme un ticket por el tiempo restante de aparcamiento.

Presentando ese ticket (40€) y montando el pollo porque su sistema no funcionaba (yo lo tenía todo documentado) me dejaron sacar el coche sin pagar nada más.

(Los de la Membresía saben que para poder negociar, aunque sea bajo el prisma del error ajeno, hace falta una o varias palancas.)

¿Conclusión de todo esto?

Si fueras mi cliente, te diría:

“Cuantas más cosas haces, más cosas te pasan.

El aumento de acciones aumenta la entropía. Por ello, si quieres hacer más, tienes que ser capaz de gestionar y de resolver más.

El éxito, es poder seguir aumentando la libertad de acciones, gestionando cada vez con más facilidad el caos que eso supone.”

 

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te contaré 3 estrategias para reducir muchísimo el impacto que tienen los problemas en tu vida.

👇🏻

Puedes compartir las frases que más te gusten de este mail en tus historias de Instagram (etiquétame), y también puedes reenviar este correo a quien creas que le puede servir.

NO respondas a este mail. NO recibo las respuestas.

Si quieres comentar este mail escribe en el Canal de Telegram.