El mail de hoy tiene un valor de 10.000€ que pasan a formar parte de tu patrimonio mental en el momento en el que terminas de leer este mail y te cae la ficha de la importancia de todo lo que se dice en él.

Dicho esto, ¡empezamos!

En mi primer emprendimiento, vi que todo eran oportunidades, todos los proveedores me mandaban ofertas, mucho me daban la oportunidad de conseguir promociones en sus servicios bajo ciertas condiciones, personas con las que colaboraba me daban oportunidades de aprovechar ciertas sinergias, los eventos me daban la oportunidad de poner publicidad…

Todo el mundo hace lo mismo todo el tiempo. Se inventan urgencias, te hacen correr y luego descubres que NO era verdad.

Y yo, como un bobo iba todo el tiempo corriendo detrás de las oportunidades, ya que parecía que si no las aprovechaba se acababa el mundo.

Cuando me di cuenta, vi que me tenían todo el tiempo bailando al son de la música que me ponían.

Así que dejé de bailar.

Renuncié a oportunidades, descuentos, ofertas, cosas exclusivas… Y no sucedió nada.

Bueno, sí que sucedió algo, que fui libre.

A partir de ese momento tomé el control de mi situación y acepté pagar el precio.

Si quería algo lo compraba. Sin ofertas, sin oportunidades únicas ni descuentos… Lo compraba cuando yo quería. Si me querían descontar algo, genial. Pero no me dejaba arrastrar por sus impulsos de venta agresiva. No quería depender de favores, de ofertas, promociones ni oportunidades de ningún tipo.

Y si no tenía dinero para comprarlo, no lo compraba. Si no tenía dinero para hacerme una web, o me la hacía yo o no me la hacía. Si no tenía dinero para contratar un diseño, lo hacía yo o salía sin diseño. A nivel personal, si no tenía dinero para viajar, no viajaba. Si no tenía dinero para ir a una cena o a un evento, no iba. Fin.

A partir de ese momento se empezó a desbloquear todo.

Vivir por encima de mis posibilidades era lo que generaba toda la presión que me hacía depender de otras personas y atraparme en una realidad que no era la que yo decidía.

Cuando aceptas tu situación, te adaptas a ella. Si quieres más, pues te ocupas de pagar el precio y mejorar tu situación.

Quiero terminar con un inciso.

Con todo esto no quiero decir que no aproveche las oportunidades.

Si tomo la decisión de hacer algo, de comprar algo, de invertir en algo… busco el modo que más me beneficia a la hora de obtenerlo o de hacerlo.

Pero NO haré algo que no haría, ni lo haré en un momento distinto en el que lo haría, porque los demás quieran que lo haga o porque tengan prisa.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Cuando la gente sabe aquello por lo que corres, adquieren el poder de hacerte correr cuando ellos quieren.

Quítales ese poder y pasará a ser tuyo de nuevo.”

👇🏻 ATENCIÓN 👇🏻

El próximo sábado en la Membresía hablaré de los SECRETOS.

Y esta semana todos los mails serán random, no te pienso adelantar nada.

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