Los límites que te encierran.

Mucha gente cree que la clave para conseguir resultados está en empujar más fuerte.

Que si te esfuerzas lo suficiente, si eres constante, si mantienes el foco… vas a poder romper tus límites.

Y no.

No funciona así.

Porque ese límite no está ahí por casualidad.

No está ahí porque un día te cansaste, te frustraste o te dio miedo y empezaste a bloquear tus caminos para no avanzar.

Está ahí porque detrás de ese límite hay una estructura mental que lo sostiene.

Una forma de pensar.

Un sistema de creencias.

Una serie de modelos mentales que justifican por qué eso no es “posible para ti”.

Y mientras no intervengas sobre esos modelos, todo lo que hagas será como intentar derribar un muro a cabezazos.

No necesitas más fuerza.

Otro tiempo, ni otro contexto.

Ni siquiera otra estrategia.

Porque no se trata de cómo romper ese límite, sino de quién es la persona que intenta romperlo.

Y mientras esa persona no cambie… el límite seguirá ahí.

Este sábado, en la Píldora de Inteligencia Evolutiva, te cuento cómo he ido rompiendo mis propios límites. Con el proceso completo para que tú también puedas hacerlo. Y descubrirás que casi todo el mundo está equivocado sobre eso de romper sus límites.

Si eres psicólogo/a, terapeuta, coach o te dedicas al desarrollo personal, en septiembre empieza la 12ª Edición del Máster de Metaprogramación Cognitiva®.

Aquí tienes toda la información.

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