Lo que duele tanto, puede cambiarse.

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A lo largo de todos estos años he conocido a mucha gente en consulta. Algunas de estas personas estaban sufriendo mucho. Cuando indagaba sobre los motivos por los que lo estaban pasando tan mal, normalmente encontraba 3 causas:

  1. Les dolía su pasado.

  2. Les dolía su presente.

  3. Les dolía su futuro.

Pensarás, que no estoy inventando la rueda.

Hay gente a la que le duele aquello que ya pasó. La forma en la que se comportaron, aquello que hicieron o aquello que no hicieron. No lo pueden aceptar. Y viven en eterna lucha sufriendo en contra de lo sucedido. La forma de lucha contra ello es reprimiendo las emociones, negándolo, pero no dejando de pensar en ello.

Después está la gente a la que le duele su presente. Es gente que está atrapada en una situación en la que no quiere estar, pero de la que no puede salir. Ya sea por causas internas (no puede gestionar lo que siente o su sistema de creencias) o externas (no puede recuperar el control sobre esa situación y tiene que seguir en ella. Por ejemplo, aguantar en un trabajo o en una relación en los que no quiere estar pero que no puede dejar por las circunstancias en las que se encuentra).

Por último, está la gente a la que les duele su futuro. Ese horizonte al que van y que no pueden evitar, porque no tienen el control sobre su presente. Saber que ya no tendrás la relación que querías, que no tendrás hijos, que ya no saldrás de la relación en la que estás, que no dejarás ese trabajo, que ya no cumplirás tus sueños…

El común denominador de la gran mayoría es que se mantienen ahí. A pesar de estar sufriendo una barbaridad, siguen ahí.

Muchos ni siquiera se cuestionan la posibilidad de cambiar. De dejar el trabajo, de romper esa relación, de decir: ATXC, el esfuerzo por cambiar esta situación es mucho menor que el de seguir aguantando este sufrimiento.

Pero no lo hacen, aguantan, aguantan y aguantan… Hasta el punto, algunos, de pensar en quitarse la vida antes que resolver esa mierda de conflicto.

Y quizás un día sucede algo y hacen “click”, o cambian las circunstancias y ya no pueden decidir no decidir, y no les queda más remedio que afrontar lo que llevan tanto tiempo evitando.

Entonces es cuando se dan cuenta:

NO era para tanto.

Si fueras mi cliente, te diría:

“En lo emocional: el dolor siempre es mayor que el daño.”

 

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablaré sobre el CAMBIO. Te hablaré de unas estrategias y de unos pasos para que el cambio, sea algo mucho más sencillo de lo que nunca has imaginado.

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