Ya estoy en plena operativa y de momento todo viento en popa.

Es curioso que las cosas siempre parecen más complicadas en la distancia que cuando las llevas a la práctica.

Hoy ha sido un día largo de coche: Lisboa-Algarve-Sevilla. Con una parada técnica en medio para deshacer y rehacer la maleta. Así que te escribo este mail desde Sevilla (para quienes no os lo creéis, escribo los mails cada día).

Bien, al llegar al hotel me ha sucedido algo.

En Sevilla siempre me alojo en dos hoteles, que son mis favoritos y ni de coña voy a decir cuales son.

Algo que siempre me parece poco agradable es aparcar el coche en ciudades como Sevilla en las que hay poco aparcamiento. Los hoteles te dicen que sí que tienen parking, pero muchas veces no es verdad, tienen acuerdos con parkings cercanos. En estos dos hoteles sucede eso justamente.

Hoy, dejo el coche en la puerta del hotel, saco la maleta y la mochila del ordenador, voy a recepción, pido la habitación y aviso que necesito la plaza de parking del hotel y me dicen: —¿Te aparcamos el coche?

Me quedo mirando a la chica, y digo: —¿Hacéis ese servicio?

Y me dice: Sí.

Recordando el lío que me supuso el parking las últimas veces, le digo: —He venido unas cuantas veces, siempre con coche y es un engorro aparcar en ese parking e ir a buscar el coche. Creo que nunca me lo habíais ofrecido.

Y me dice: —Seguro que sí, lo ofrecemos siempre cuando hay plaza de parking.

En ese momento me he dado cuenta de que omitía esa información. Era una de esas preguntas que te hacen una detrás de otra, e imagino que ni siquiera me planteaba que alguien se llevase mi coche a un parking y me lo trajera. Así que cuando me lo preguntaban, automáticamente respondía que no.

Le he dado las llaves y se han llevado el coche.

Me ha parecido alucinante ver el sesgo que provoca una creencia limitante en acción. Pero estoy agradecido de haberla visto justamente hoy, porque ha sido muy cómodo olvidarme del coche y más lo será mañana cuando pida que me lo traigan mientras voy a desayunar.

La primera vez que recuerdo que me sucedió algo similar fue cuando cambié de tintorería y me ofrecieron traerme la ropa a casa. Dije que no porque no me suponía un problema ir a buscarla. Pero que no me supusiera un problema no significaba que fuese cómodo. A la segunda o tercera vez lo valoré y fue increíblemente cómodo y, además, prácticamente no tenía coste.

Lo mismo con el aparcacoches, es un servicio que viene incluido, no tiene un coste extra a la plaza que se reserva.

PD: El 26 de Noviembre seré el entrevistado del evento de Gache Boccazzi en un episodio especial de su podcast “Sé feliz dónde estés”.

Será un evento increíble, en un espacio de lujo, en directo, en Madrid, con público. En el que el público podrá conversar con nosotros y habrá un espacio vip en el que nos conoceremos y conversaremos.

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