La respuesta a tus preguntas.

¿Darle a la gente lo que quiere?

¿No darle a la gente lo que quiere?

Si les das lo que quieren, se saciarán y, muy posiblemente, se marcharán tras saciarse.

Y si no les das lo que quieren, se sentirán insatisfechos y se marcharán igualmente.

Entonces, ¿qué es lo correcto?

En cualquier cosa en la que seas buena o bueno, para serlo, habrás llegado a una conclusión, y es que:

TODO en la vida depende de un sutil equilibrio.

Depende de tener la mirada entrenada para contemplar los extremos, la sensibilidad para detectar el punto medio y la sutileza de sostenerte ahí, columpiándote un poco hacia un lado y luego hacia el otro, para no caer.

Si no encuentras la respuesta que buscas, es porque piensas que es solo una cosa.

Y no es así.

La respuesta óptima, en realidad, es una combinación de factores que eres capaz de mantener en un sutil equilibrio.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Las piezas no importan.

Lo que importa es el modo en el que interactúan, como se influyen entre ellas, y como eliges moverlas.”

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