Pocas emociones generan más problemas que la ira.

Cuando la gente se enfada, la emoción que siente le secuestra y a partir de ahí pierde todo su poder.

Lo he visto sobre todo en empresas.

Si quieres que una persona te dé información solo tienes que llevarle a la emoción.

Cuando conectan con el enfado, se ponen a hablar a lo loco y empiezan a contarlo todo. Los trapos sucios, los problemas, quien no hace el trabajo, los errores que han cometido…

Lo mismo sucede en las ventas. Si quieres que un comercial te diga todo lo que necesitas saber sobre su empresa antes de contratarles, llévale a tomar un café y deja que se desfogue, justo después sabrás si esa empresa te conviene o si no te conviene.

He conocido a personas que querían dejar una relación y solo han tenido que provocar un poco a sus parejas y estas en un ataque de ira les han dejado.

No te estoy diciendo que esté bien, no te digo que sea correcto o ético… Te digo que el mundo se mueve así.

Si fueras mi cliente, te diría:

“La gente que no tiene poder, no lo tiene porque no tiene el control de sus emociones.

La gente que lo tiene, es porque tiene el control sobre sus emociones y sobre las emociones de los demás.”

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablo sobre la ira y te cuento todo lo que necesitas saber para aprender a regularla y que no te lleve a ser vulnerable frente a quienes tienen la habilidad de controlarla.

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