Hoy te hablo de mi.

Hablo mucho de pagar el precio.

Porque he sido de no pagarlo.

En el instituto siempre iba a ras, prácticamente no estudiaba y justo antes de terminar la asignatura apretaba y conseguía la nota. Eso me causaba un montón de presión y estrés, pero no tenía la fuerza de voluntad para ponerme de forma gradual.

Jugué a baloncesto, se me daba bien, pero nunca destaqué porque no me esforzaba en los entrenos, odiaba levantarme temprano un sábado para ir a jugar un partido.

Entré a la universidad con 18 años para estudiar Relaciones Públicas y Publicidad, y lo dejé a los 6 meses tras suspender todos los exámenes. Me parecían tan difíciles que decidí que no era demasiado inteligente y que mejor sería ponerme a trabajar.

En 2012-13, compré un pen para comprar Bitcoin a 30€ pero no lo hice porque me dio palo investigar cómo se configuraba, me pareció difícil.

No me saqué el carnet de conducir hasta hace unos años porque me parecía horrible hacerlo en Barcelona. Tenía un montón de justificaciones que no eran más que evitación.

Monté una empresa tecnológica y tras dos años y un montón de dinero, la dejé quebrar antes de meter a inversores externos. No quería compartirla y no hice el esfuerzo de entender y aprender la evolución lógica de ese tipo de empresas.

Detrás de todo eso hay mediocridad, hay vagueza, evitación, irresponsabilidad.

Tenía una vida con muchos altibajos, me columpiaba hasta el infinito y después me presionaba hasta el infinito también para llegar al mínimo. Esta tendencia sigue estando en mí (soy extremadamente vatha, quienes entendéis de ayurveda sabéis de que va, básicamente significa polar), pero tomé la decisión de pagar el precio que requería una vida mejor.

Investigué la mente humana hasta encontrar las bases de la Metaprogramación Cognitiva.

Investigué durante miles de horas y fundé una consulta terapéutica de éxito.

Con la consulta a reventar me apunté a estudiar psicología y ahora sí que estudié y terminé el grado con notas excepcionales. Al terminar, continué estudiando el Master de Psicólogo General Sanitario.

Pagué el precio de una vida mejor, montando empresas en otros países y dejando España para vivir en Portugal.

Y ahora tengo unos cuantos proyectos muy potentes y gestiono varias inversiones bastante complejas.

El premio no solo es el dinero, la abundancia, la libertad.

El premio es a nivel personal, es sentir el poder de decidir aquello que quieres que suceda, saber que puedes profundizar en lo que quieras tanto como sea necesario, saber que puedes contar contigo mismo, que eres tu mejor aliado.

Si fueras mi cliente, te diría:

“La vida puede ser súper bonita o una completa mierda, y lo único que marca la diferencia entre una y otra, es que tomes la decisión de pagar el precio de cambiar tu situación.”

 

🔥  ATENCIÓN 🔥

Mañana en la Membresía te hablo sobre pagar el precio, para que aprendas a pensar, accionar y aguantar la presión de aquello que te lleva a un verdadero cambio.

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Límite hoy a las 23.55h.

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