Hay veces que nos quedamos pequeños.

La vida se va desarrollando, van sucediendo cosas y nos mantenemos repitiendo una misma forma de pensar y una serie de patrones de conducta recursivos, relacionándonos una y otra vez con las mismas personas… que nos lleva a ser siempre los mismos en un mundo que no deja de cambiar.

Entonces empiezan los miedos.

El mundo nos abruma, no vemos salida a esos problemas que no dejan de crecer.

Nos aferramos muy fuerte a lo poco que queda de ese mundo conocido en el que nos seguimos sintiendo seguros, pero cuanto más lo apretamos, más se escapa entre nuestros dedos.

Y cuando ya no sabes qué hacer, te apuntas a unos mails diarios que manda un tío, y de repente encuentras la luz cuando te dice:

“Tienes que crecer.”

Y lo entiendes. Entiendes que no es cuestión de tamaño, es cuestión de responsabilidad, de valor, de mentalidad. Y quién eres no puede con todo lo que te está sucediendo, por eso tienes que cambiar.

Entiendes que necesitas expandirte hasta ser alguien capaz de ocupar el lugar que te corresponde en tu vida.

Aceptar pagar el precio que te permita decir:

Que os den por culo, ya no me dais miedo.

Y después te apuntas a su membresía y ya te dice el “cómo”.

Si fueras mi cliente, te diría:

"No dejes que la vida te acorrale.

De vez en cuando, levanta la cabeza y mira qué lo estás haciendo.

Si no es suficiente, haz lo necesario hasta que lo sea."

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablo sobre superar el miedo al futuro para empezar a dormir a pierna suelta sin que nada te inquiete.

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