Frente a ciertas personas me hacía pequeño.

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Frente a ciertas personas me hacía pequeño.

No había experimentado ningún trauma, no había estado expuesto a ninguna situación súper estresante ni me había pasado nada concreto con nadie.

Pero cuando me ponía delante de personas que ocupaban un rol por encima de mí, concretamente en las empresas en las que trabajaba, me sentía pequeño, mi cuerpo se apretaba por dentro y no podía pensar bien.

Cuando hacemos terapia nos encontramos con que muchos terapeutas están obsesionados con encontrar el origen de un malestar y muchas veces es así, hay un momento que catalizó una herida emocional. Pero muchas otras veces no es así. No hay un disparador, no hay un momento concreto, el malestar se ha ido acumulando a base de años de experiencias vividas con tensión, y al final se ha asentado dentro nuestro manifestando una presión constante cada vez que nos acercamos a situaciones similares.

Bien, que tantos terapeutas tengan que recurrir al “origen” del conflicto, es señal de que creen que el insight de darte cuenta de lo que sucedió, hará que el conflicto sane por sí mismo. Pero hay mucha evidencia empírica de que NO es así; la comprensión del conflicto no es suficiente para resolverlo, hay que autorregular los factores emocionales y reprocesar la experiencia a nivel cognitivo hasta que se pueda asimilar correctamente.

En otras palabras, lo que hace que algo deje de doler no es solo ver aquello que causó el daño, también hay que mirar lo que duele. Hay que ver esa herida emocional que está tan apretada dentro de ti y acompañarla en el proceso de liberar toda esa tensión y relajarse hasta recuperar la normalidad.

En mi caso, me di cuenta de que frente a ciertas personas, mi cuerpo se apretaba en la zona del diafragma. Al mirar ahí con los ojos cerrados vi una piedra, símbolo que reflejaba la dureza de esos tejidos tan contraídos, pero también la manera en la que yo intentaba crear una coraza de piedra para protegerme de esas personas que me presionaban para que vendiera más, para que trabajase más, para que hiciese más horas…

Cuando miré la piedra, al ser observada y reconocida, dejó de ser un ente distinto a mí. La piedra era yo.

A partir de ese ejercicio, pude aflojar toda esa contracción y mi diafragma se relajó. La piedra, poco a poco, iba desapareciendo.

Al volver al trabajo, frente a la presión, mi cuerpo tuvo el impulso de protegerse de nuevo, pero ya no había piedra. Mi diafragma podía mantenerse relajado. Pude escuchar, pensar con lucidez acerca de lo que me estaba diciendo y responder tranquilamente. Les dije lo que sucedía, los factores que impedían que tanto yo como mis compañeros consiguiéramos mejores resultados, y les hice ver que no era una cuestión de presión sino de falta de recursos, no nos estaban facilitando ciertas cosas que necesitábamos para vender más y la presión no ayudaba.

Me dijeron que les hiciéramos una propuesta de los recursos que necesitábamos. Mis compañeros hicieron una lista. Yo un gráfico. Les mostré en tres fases, como aumentarían las ventas a medida que nos fuesen dando recursos para lograrlo.

Con esto lo que quiero compartir es que hay veces que sufrimos un estrés emocional que nos impide pensar lúcidamente. En este caso era necesaria una conversación, que se convertiría en una negociación y finalmente en un proceso estratégico. Pero no habría podido llegar ahí si no me hubiese hecho una dinámica de liberación emocional para soltar esa “piedra” metafórica que protegiéndome me estrangulaba cada vez que tenía que hablar.

Me di cuenta de que no había herramientas que fuesen efectivas realmente en la visualización y la autorregulación emocional, para librarnos de estas tensiones internas que pueden estar arruinándonos la vida, empecé a estudiar sobre el tema, a investigar y finalmente se convirtió en mi foco principal. Unos años después desarrollé la Metaprogramación Cognitiva.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Aquello que más afecta a tu estado son tus emociones.

Y aquello que estás sintiendo, puede verse afectado por todo aquello que ya sentiste y que todavía te duele.”

 

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablo sobre la venta y para ello durante toda la semana voy a estar vendiéndote la Metaprogramación Cognitiva.

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