La fantasía es la forma en la que la mente se da el permiso de ser libre.

Y es necesario saber que hay dos formas de fantasía, la instrumental y la expansiva.

Cuando fantaseas de forma instrumental, solamente te estás dando el permiso de mirar por la ventana de tu celda. Imaginándote ahí afuera, siendo libre. Viviendo todo aquello que no puedes vivir dentro del lugar en el que estás.

Eso te aporta un bienestar momentáneo sobre el que te puedes apalancar para aguantar unas horas más en tu celda.

En cambio, fantasear de forma expansiva es romper los límites de tu mente, abriéndote a que el mundo que conoces puede ser mucho más de lo que és. Y simplemente te das la oportunidad de imaginarlo y experimentarte ahí. No lo haces para sentir placer, lo haces para ser capaz de pensar fuera de la caja. Para romper esos limites, esas creencias, esas estrategias recurrentes que te atan a hacer las cosas siempre del mismo modo.

TODAS las personas necesitan hacer una expansión de vez en cuando.

Porque te da ángulos nuevos sobre los que entender tu realidad, nuevas perspectivas que te ayudan a resolver problemas que desde el nivel de conciencia anterior eran irresolubles, te muestra nuevos caminos que te llevan a lugares que jamás habrías imaginado que podías llegar.

El mundo puede darte la razón tanto como tú quieras, lo importante es hasta que punto estás forzando tu mirada para solo ver aquello que te conviene ver.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Expandir los límites de tu mente es expandir los límites de tu mundo.”

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía te hablaré sobre romper los límites de tu mundo, utilizando estrategias basadas en los estados alterados de conciencia

(pero sin tomar sustancias)

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