Experimentando con vosotros.

Hace unos días, publiqué en Instagram un vídeo hablando sobre que “la gente tiende a fallar” y animé a quienes me siguen a que me ayudasen a dar visibilidad a esa publicación haciendo comentarios salvajes.

Eso hace que la gente se enzarce a comentar y que la publicación se viralice.

Pero quise probar algo y añadí un incentivo.

Dije que la persona que hiciera el comentario más incendiario y generase más discusión recibiría una sorpresa/regalo.

Bueno, lo primero que hay que decir es que no hubo ningún comentario que destacase demasiado. Intentaron ser disruptivos, pero nada del otro mundo que generase discusión.

Así que no hay regalo.

Y lo segundo es que sucedió justo lo que esperaba.

Es de las publicaciones en las que hay más comentarios sin respuesta, ya que la gente entró al vídeo para verlo con la intención de lanzar una respuesta ingeniosa y llevarse el regalo.

Pero no entraron a verlo por su propio interés, ni respondieron en los comentarios como lo harían si el vídeo realmente les hubiese impulsado a comentar algo.

Por lo que sus comentarios no generaron efecto y, lo más importante, ellos no entraron en discusión o debate con otros comentarios.

Iban a por su regalo.

Así es como un incentivo, el regalo, se convierte en un incentivo perverso que lleva a un resultado opuesto al esperado.

Y esto sucede en la gran mayoría de incentivos que creamos, premios y castigos que, en contra de lo que esperábamos, nos llevan a estar alimentando el comportamiento que intentamos evitar.

Sabéis que me interesan mucho los sistemas de incentivos, he creado muchos para familias y empresas, e incluso tengo un proyecto que se especializa en incentivos en entornos virtuales. Y justo por ello, soy tan consciente de los incentivos perversos y de la importancia de entender en profundidad la motivación.

Es justamente esto, crear incentivos sanos que tengan más posibilidades de llevarnos al objetivo deseado, el tema que trataré este sábado en la Píldora de la Inteligencia Evolutiva.

Será un recurso que te llevarás para siempre.

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