Es por esto.

Me ha escrito una persona que también envía un mail diario.

Preguntando si retengo a la audiencia del mail, si se mantiene el nivel de aperturas y si es así cómo lo hago para mantener la atención de la gente y que no se aburra o no se den de baja.

Me ha parecido muy interesante su punto de vista.

Retener a la gente…

Si piensas así, inevitablemente intentarás complacer a esa gente para que se quede y automáticamente te volverás aburrido.

Yo solo pienso en cómo les puedo ayudar, aportándoles algo que pueda hacer que sus vidas vayan a mejor, hacerlo de un modo que me satisfaga y que al mismo tiempo me haga ganar mucho dinero.

Ya, ya lo sé:

NO es tan fácil.

(Por eso lo hago yo y no tú)

En mi caso ayudar no es difícil, ganar dinero tampoco. Lo complicado es que el modo de hacerlo me satisfaga. Y es por eso que cada poco tiempo hago experimentos y os meto en algún lío del tipo reto, Telegram o hablo de algo místico extraño (hago más experimentos de los que posiblemente percibís).

Lo curioso es que cuando me dejo llevar y me invento cualquier cosa extraña o me pongo a hablar sobre alquimia, sobre la mística del nazismo, me enzarzo con algún político en las redes o hablo sobre alguna conspiración, eso os gusta.

Pero siendo explícito, no os gusta eso de lo que os hablo. Lo que os gusta es que se me vaya la olla a esos niveles y me dé el permiso de hacer esas barbaridades.

Esa libertad que os encanta y que solo puede existir porque en ningún momento tengo en mente… complaceros.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Puedes hacer lo que quieras.

Menos desaparecer tras el deseo del otro.”

Puedes compartir las frases que más te gusten de este mail en tus historias de Instagram (etiquétame), y también puedes reenviar este correo a quien creas que le puede servir.

NO respondas a este mail. NO recibo las respuestas.

Si quieres comentar este mail escribe en el Canal de Telegram.

Si algún día no recibes el mail puedes acceder a esta página
y podrás ver TODOS los mails: