El ARTE de preguntar.

Me ha costado elegir la pregunta de hoy.

La mayoría siguen siendo preguntas escritas demasiado rápido, sin ser pensadas, sin elaborarlas ni valorarlas después. Por ello, creo que esta es la pregunta adecuada para hoy:

“¿Cómo hacerte buenas preguntas?”

Lo interesante no es hacerme a mí buenas preguntas. Es saber hacerlas.

En general, cogéis cualquier tema y me lo lanzáis para ver qué opino sobre eso. Cuando reviso los temas, son demasiado inespecíficos, abstractos y eso hace que pueda hablar de cualquier cosa sobre ello sin alinear esa respuesta con lo que realmente quieres saber o te puede interesar.

A veces me preguntáis ¿Cómo lo haces para…? La respuesta es siempre la misma, haciéndolo. Trascendiendo la debilidad que hace que la gente se rinda, siguiendo adelante.

Otras veces lanzáis la pregunta más absurda de todas ¿Puede ser…? Sí, evidentemente todo puede ser. Entiendo que quieres que profundice en eso, entonces haz una pregunta elaborada.

Y para terminar, la pregunta Vs. Ahí se comparan dos conceptos y se espera que elija uno. Por ejemplo, “Libertad de expresión Vs cultura de la cancelación” (pregunta real). Nunca la respuesta es tan sencilla como elegir una opción.

La gran mayoría, no hacéis buenas preguntas. Y eso, en este juego da igual, pero refleja un problema importante y es que en vuestra vida tampoco obtendréis buenas respuestas.

Si algo no funciona en tu vida y haces malas preguntas, no llegarás a descubrir la causa del error. Es así de sencillo.

“¿Cómo hacer buenas preguntas?”

Preguntando algo que realmente es importante para ti, preguntárselo a alguien que consideras que puede aportarte una aproximación hacia una visión más útil de esa realidad, hacerlo de forma concreta y contextualizando lo que se pregunta. Ese es el mínimo indispensable para hacer buenas preguntas.

Y si tienes poco espacio para hacerlo, como es el caso de la casilla de Instagram, escribes tu pregunta en un papel y la elaboras para que su simplificación siga alineada con la pregunta original. O eso, o buscas otro medio para hacer la pregunta.

Pero hay más.

Y es ese punto en el que te atreves a preguntar algo que te compromete. Algo que realmente desvela tu fragilidad, que te conecta con algo importante. Eso que muestra una verdad sobre ti. Algo que al mismo tiempo, lleva a la otra persona a tener que profundizar, a conectar con ella misma, a tener que mostrarse para poder responder.

Este es el ARTE de preguntar.

Si fueras mi cliente, te diría:

“Cada vez que haces una pregunta absurda, solo añades más ruido al ruido que ya hay.

Empieza a ser alguien que marca la diferencia.

Tómate en serio.”

 

🔥  ATENCIÓN 🔥

Este sábado en la Membresía fluiré.

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