De vuelta.

Ya ha terminado nuestra primera aventura en Dubái (espero que la primera de muchas).

Todos los objetivos administrativos y profesionales cumplidos.

Y además, nos hemos alojado en el Downtown, la zona céntrica más cara y en la que está todo el movimiento.

Nos hemos alojado en un resort increíble en el desierto.

Y nos hemos alojado en dos resorts en la playa, uno a cada lado del Palm Jumeirah (ambos con playa privada, restaurantes, varias piscinas… un show).

Ahora puedo decir que ya tengo una visión bastante más completa de Dubái.

Yo no viviría en Dubái. Pero sí que pasaría temporadas en Dubái.

Sobre todo en invierno.

En el Algarve hace un clima fantástico todo el año, es muy agradable. Pero lo de aquí es otro nivel.

Estos días hemos estado en la playa como si fuese junio, paseando por los complejos estos en bañador y camiseta de manga corta. Con un ambiente veraniego alucinante. Y esto se mantendrá así casi todo el invierno. Dicen que la mejor temporada aquí es de noviembre a marzo.

Y las playas son una pasada, nosotros hemos estado en dos privadas. La arena, la limpieza, la seguridad, la comodidad. Tienes tumbonas con sombrilla, te ponen una nevera con agua fría, un QR para pedir lo que quieras y un botón para recibir asistencia.

Sinceramente, yo me vendría a pasar aquí el invierno y sería el más feliz del mundo.

Ni de coña viviría todo el año, tampoco le veo el sentido a vivir en un apartamento en el centro o en una casa a las afueras. La gracia, indudablemente, es la playa, el tiempo tan maravilloso que hace en invierno y…

  1. La fiscalidad, que te permite tener una empresa local con unos impuestos que pueden rozar el 0% si lo gestionas con cabeza.

  1. Los contactos que puedes hacer al estar en un espacio tan orientado a la riqueza. Personas muy profesionales jugando a su máximo nivel. Y hay una comunidad de españoles súper interesante.

Esto es lo que veo.

Pero no veo este movimiento para alguien que está empezando como profesional (sí para un profesional que ya ha emprendido y quiere dar un salto mayor), para alguien que vive en España (ya que es relativamente fácil que viviendo ahí cometas algún error) ni para alguien que no está en los 100 mil anuales. Los movimientos aquí cuestan dinero, y si estás en un lugar como este querrás disfrutarlo de verdad.

Dicho esto, todavía no puedo volver a casa con Alba y con mis dos gatos porque la aventura continúa.

Esta semana iré para Barcelona unos días porque tengo reunión con Penguin (la editorial más grande del mundo) para negociar la publicación de un libro. Con Enric Sánchez vamos a grabar un “Vidas Contadas”, que me hace muchísima ilusión. Tengo la primera reunión formal con mi nueva socia para lanzar un proyecto nuevo que os volará la cabeza y que voy a documentar paso a paso por Instagram. Y el jueves, evento del Club 84.

Casi nada!

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