Algo sobre mí.

Hoy te voy a contar algo de mí.

Tengo muchas ideas, algunas muy buenas.

Y hay veces que algunas de ellas requieren de una complejidad, conocimientos, habilidades y recursos que aún no tengo, y a veces es el contexto el que aún no está preparado para esas ideas.

Ahí sigo la filosofía de Isaac Asimov. Él fue uno de los escritores más prolíficos que ha habido. Y su truco es que solo escribe una historia cuando puede escribirla. Cuando se bloquea o no le salen las ideas, la deja a un lado, en stand by, y se pone a otra cosa.

Sin prisa. Las ideas no se abandonan, cada idea se mantiene en el horno hasta que está preparada para salir.

Cuando descubrí que Asimov hacía eso, me pareció que era lo que yo necesitaba y empecé a aplicarlo.

No hay por qué descartar nada, lo pongo en el horno y a esperar.

Hace unos 9 años hice una presentación de una idea en la que estaba trabajando, se llamaba Inteligencia Evolutiva. Vinieron unas 80 personas a la presentación y se apuntaron unas 20 personas a un seminario de fin de semana de Inteligencia Evolutiva.

Quedaron fascinados porque hablaba de sistemas, juegos, incentivos, palancas… y si ahora todo eso ya suena a algo muy distinto a lo que habla la mayoría, en aquel momento era algo mucho más disruptivo.

Terminó el fin de semana y los alumnos me dijeron que no podía dejarles solo con ese contenido, querían más.

Les dije que no. Y les dejé con las ganas.

Porque ese seminario no era una formación, era mi propia experimentación en relación a la temática. Vi que era demasiado poderoso y grande para el momento en el que estaba y para la capacidad que tenía para llevar hacia adelante ese proyecto.

Lo guardé en un cajón y empecé a leer y a formarme sobre cada una de las temáticas (en aquel entonces no era ni psicólogo). Y varios años después lo saqué del cajón y decidí lanzar una membresía sobre mentalidad, empezando a testear esas temáticas pero sin llamarlo Inteligencia Evolutiva.

Cuando vi que era el momento, le puse el nombre de Inteligencia Evolutiva y empecé a hablar en profundidad de los temas, pero era demasiado complejo para la mayoría y, aunque hubo varias decenas de personas que lo disfrutaron y que siguen aplicando esos conocimientos, para la mayoría era demasiado duro, y recuperé el formato de membresía de mentalidad, pero abarcando los conceptos de Inteligencia Evolutiva de un modo más accesible, sencillo y con ejemplos prácticos.

Ese ha sido el recorrido de la Inteligencia Evolutiva.

Sin prisa, madurando poco a poco, aprendiendo y profundizando, compartiendo cuando ya es el momento, acompañando a la gente en la medida en que van transformando su mentalidad.

En las redes no hablo sobre los temas de los mails. En los mails no hablo sobre lo que cuento en las Píldoras. Y en las Píldoras aún no desvelo la verdadera Inteligencia Evolutiva.

Hay una parte de la Inteligencia Evolutiva que no he sacado del cajón.

Y no es porque no esté preparado para compartirla, es porque no estáis preparados para algo tan salvaje, tan bello y tan revolucionario.

Pero lo estaréis.

Para ello, necesito que asumáis que tenéis que sacar 100€ al mes para invertirlo en vuestra mentalidad.

Yo me comprometo a que dentro de un tiempo esos 100€ sean la mejor inversión que hayáis hecho.

Escríbeme por WhatsApp para contarme los motivos por los que quieres apuntarte a la Inteligencia Evolutiva.

Si fueras mi cliente, te diría:

Queda mucho partido, solo estamos en el calentamiento.

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