3 millones.

Esta semana ha sido una sorpresa.

El domingo pasado hice una publicación en Instagram. Básicamente, mi equipo de audiovisual me pasó un clip de la entrevista que me hizo Gache Boccazzi y yo lo subí.

Desde que volví a Instagram lo hago así: creadores de contenido me hacen entrevistas, a cambio les pido tener acceso al contenido de vídeo y mi equipo saca clips que publicamos en colaboración con ellos. De este modo, los podcast que me entrevistan tienen más visualizaciones y yo siempre tengo contenido para subir. Puntualmente, quedo con el equipo de audiovisual para hacer una jornada de grabación. Vienen a casa o quedamos en alguna ciudad, alquilamos un espacio y, durante una tarde, grabamos unos cuantos vídeos que principalmente van destinados a embudos.

Ya está, esa es mi estrategia.

Pues esta semana ha sido rara porque esa publicación se viralizó. Antes ya me había sucedido con una publicación de una entrevista para el podcast “Nos Vamos a la Luna”, en la que hablaba sobre las mujeres y Tinder. Esa publicación ahora mismo va por 900 mil reproducciones. Pero la de esta semana… ya va por 3 millones de reproducciones.

Que pasen estas cosas mola mucho porque suceden muchas cosas al mismo tiempo.

Te siguen miles de personas (15 mil concretamente), muchos influencers y famosos te escriben para saludar y, bueno, en general todo el mundo quiere contratar servicios, colaborar, proponer cosas, invitar…

Pero, a la vez, recibes una tonelada de mensajes de haters, diciendo que no están de acuerdo, enfadados, justificándose o pidiendo que justifiques o e retractes de lo que has dicho…

Y todas esas conversaciones suceden al mismo tiempo.

Entiendo perfectamente a la gente joven que adquiere una fama muy grande muy rápido y se le sube a la cabeza o, por el contrario, entran en depresión. Porque, si caes en la trampa de ese juego, no hay un punto medio.

Bien, todo esto te lo digo para contarte algo que para mí es fundamental, y es:

La clave es no depender de nadie.

Si dependes de las propuestas que te hacen para ganar dinero, obtener autoridad o visibilidad, perderás el culo, les tendrás que hacer la pelota y saldrás corriendo detrás de cada cosa que te propongan sin filtrar si realmente es lo que quieres o debes hacer.

Y si dependes de gustarle a todo el mundo, será demoledor enfrentarte a tanta gente maleducada y con ganas de herir.

Cuanto más pasa el tiempo, más claro tengo que lo que marca la diferencia en absolutamente todo es la mentalidad.

Yo tengo mis proyectos, que me aportan grandes experiencias, libertad y todo el dinero que necesito y más.

Y no dependo ni de seguidores, ni de influencers, ni de oportunidades puntuales, ni de que se me viralice un vídeo para vivir esas experiencias o para que se sigan generando ingresos (lo celebro, pero no dependo de golpes de suerte, y eso es libertad y tranquilidad).

Es así porque tengo un sistema: una red de embudos que financio yo, que me da visibilidad sin depender de que una publicación se viralice Y además, me encargo activamente de que a la gente que hace entrevistas y que tiene podcast les interese entrevistarme, doy mucha difusión a cada colaboración.

Si creas un sistema bien estructurado, el miedo, la dependencia y la incertidumbre desaparecen. Y no solo eso: todo funciona exponencialmente cada vez mejor, porque puedes tomar decisiones con libertad y dejarte llevar por aquellas propuestas, colaboraciones y experiencias que realmente son enriquecedoras.

Si quieres una mentalidad que haga que tu vida marque la diferencia, entra aquí.

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